Lima-Perú: 12/10/2011-(Derechoalaverdad)
La Sala Penal Nacional impuso a 14 años de prisión (una pena por debajo del mínimo legal para un delito de homicidio calificado) al ex comandante de la Marina de Guerra del Perú, Andrés Egocheaga Salazar por el asesinato con gran crueldad y alevosía del menor Idalecio Pomatanta Albarran en la ciudad de Ucayali en 1995.
El Tribunal conformado por Ricardo Broussett Salas, Clotilde Cavero Nalvarte y Teofilo Salvador Neyra pese a reconocer que el oficial de la marina empleo extrema ferocidad contra el adolescente, al rociarle con un bidón de gasolina, prenderle fuego una y otra vez e impedir que le auxilien ante el terror y gritos de Indalecio para apagar el fuego que lo consumía en vida; dictaminó la pena de 14 años de cárcel y el pago de 200 mil soles.
Los padres, Rosa Albarran y Juan Fransisco Pomatanta quienes llegaron a Lima procedentes de su tierra natal de Ucayali (nororiente del pais) hecharon en llanto al escuchar la sentencia de tan solo 14 años para el comandante de la marina Andres Egoechaga Salazar (para quien se solicito 25 años de prisión) y dejar absueltos de toda responsabilidad a los otros miembros de la patrulla militar "Aries": Jorge Rabanal Calderón (aún en actividad), a los subalternos Pedro Rodríguez Rivera y Mario Peña Ramirez. Mientras que para Spencer Guido Dávalos, el Tribunal reservó el juicio.
La madre de Indalecio no podia contener su frustración y fue su esposo quien nos detalló las circuntancias cuando la patrulla militar incursiono a su humilde casa en 1995, destrozando todo lo que encontraba a su paso, "Egocheaga lo cojiò a Indalecio (que tenia 17 años) de los cabellos, lo zarandeò y le puso una pistola en la boca para luego rociarle con gasolina todo el cuerpo y despues intento prender un fósforo que se le quebró el palito y luego otro hasta que le prendió el fuego". Nos dice.
"Mientras que a mi y a mi otro hijo (prosigue don Juan Pomatanta) nos llevaron a la carretera amenazandonos con sus armas nos mantenian boca abajo, aun asi escuchamos los gritos de terror y ayuda de mi Indalecio pero el marino de la patrulla dió la orden de no auxuiliarle. Pese a todo mi hijo llegó al hospital y antes de morir pudo declarar ante un canal de television e identificar a los militares de la patrulla Aries".
El señor Juan Pomatanta nos confeso: "...una de esos dias que estuvimos correteando de un lado a otro en el hospital por salvar la vida de mi hijo lo vi a un comandante de la marina, le pedì ayuda y me contesto: "para esa clase de perros no hay ayuda, si la Marina le ha hecho, denuncienlos". Poco despues nomas mi hijo murió".
"Los tribunales de justicia estan para hacer justicia y no para premiar a quien viola los derechos humanos y comete crimenes horrendos como matar a un joven de 17 años, quemandolo vivo, eso no es humano, legal, no lo que corresponde a una sociedad democrática. Es una surte de mamarracho juridico a favor de una persona que nunca ha mostrado un arrepentimiento". Declaró el abogado Carlos Rivera del IDL respecto a a sentencia emitida por la Sala Penal Nacional el martes 11 de octubre del 2011.
Finalmente la letrada de IDL, Silvia Romero señalo que apelaron la sentencia ante la Corte Suprema, via recurso de nulidad porque es una pena muy benigna para el tipo de crimen ejecutado con alevosia y gran crueldad por miembros de la Marina de Guerra del Peru.
"Causa preocupación por la actuación de la Sala Penal Nacional cuyas condenas se dan solo a los autores materiales o directos, cuando ese tipo de crímenes no son excesos aislados de algunos miembros, sino que enmarcan en operativos militares que son responsabilidad institucional. Cabe indicar que tambien se ha reconocido responsabilidad de la Marina por querer encubrir los hechos". Subrayo la doctora Romero.
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